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Clinical Pathways

Vías clínicas: la piedra angular de un futuro sanitario sostenible

A medida que se acentúa la compleja relación entre el cambio climático y la salud humana, surgen numerosas iniciativas que apoyan a los responsables de los hospitales en su transición hacia una asistencia sostenible y resiliente. En esta entrada del blog, ofrecemos algunas ideas sobre cómo las vías clínicas son la piedra angular de un futuro sanitario sostenible.

Matilde Ferreira

Matilde Ferreira

October 25, 2023 · 7 min lectura

La salud y el medio ambiente se afectan mutuamente: por un lado, el sector sanitario es un gran responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al deterioro de la salud humana y del planeta; por otro, los profesionales sanitarios y los expertos reconocen que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud humana en el siglo XXI, ya que se prevén más de 250.000 muertes anuales adicionales entre 2030 y 2050,1 cifra que desde entonces se ha calificado de subestimación.
El impacto de los entornos asistenciales, como hospitales, clínicas y centros de cuidados de larga duración, sobre el medio ambiente es polifacético y significativo, y abarca desde el consumo de energía hasta la generación de residuos o las emisiones del transporte:
  • Consumo de energía: los centros asistenciales son entornos de alto consumo energético, en los que son esenciales la iluminación constante, la calefacción, la refrigeración y el uso de equipos médicos. El elevado consumo de energía contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y puede sobrecargar las redes energéticas locales, lo que aumenta la dependencia de los combustibles fósiles si no se gestiona de forma sostenible. Sin embargo, en 2022 se anunció que las emisiones de gases de efecto invernadero del sector sanitario han aumentado de forma constante hasta alcanzar el 5,2% del total de las emisiones mundiales de carbono.2 Esto representa más del doble de las emisiones del sector de la aviación.
  • Generación de residuos: los centros sanitarios generan una cantidad sustancial de residuos, incluidos materiales peligrosos como residuos médicos y productos químicos, y consumen cantidades significativas de agua para el saneamiento, los procedimientos médicos y la atención a los pacientes. Si tomamos como ejemplo Estados Unidos, los hospitales generan alrededor de 33,8 libras de residuos al día, lo que se traduce en unos 6 millones de toneladas de residuos al año.3
  • Emisiones del transporte: el transporte de pacientes, personal sanitario y material médico desde y hacia los centros asistenciales contribuye a la contaminación atmosférica y a las emisiones de carbono. En Inglaterra, aproximadamente el 3,5% (9.500 millones de millas) de todos los desplazamientos por carretera corresponden a pacientes, visitantes, personal y proveedores del SNS, lo que representa el 14% de las emisiones totales del sistema sanitario (incluido el 5% de los desplazamientos de pacientes, el 4% de los desplazamientos del personal, el 4% de los viajes de negocios y el transporte de flotas, y el 1% de los desplazamientos de visitantes).4
Estas cifras aumentarán aún más si persisten los procesos innecesarios o las tareas redundantes, lo que agravará el impacto ambiental y la presión sobre los recursos energéticos. La implantación de vías clínicas optimizadas puede mejorar significativamente la eficiencia en los centros sanitarios, reduciendo el consumo innecesario de recursos y energía y manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de atención al paciente.

¿Bastan los comportamientos ecológicos?

Es habitual insistir en la necesidad de atajar el despilfarro injustificado de recursos, como el papel, o de reducir los desplazamientos en aras de la sostenibilidad y la eficiencia. Sin embargo, una dimensión a menudo subestimada es el impacto de las variaciones de los procesos en la previsibilidad de esos mismos procesos. Y cuando las operaciones carecen de normas coherentes y sufren variaciones imprevisibles, proliferan los residuos.
La falta de previsibilidad en los procesos sanitarios puede dar lugar a un exceso de inventario, duplicación del trabajo y, en última instancia, a una utilización ineficiente de los recursos. Por eso, además de adoptar prácticas respetuosas con el medio ambiente, es crucial que las organizaciones optimicen sus procesos, buscando la estabilidad y la previsibilidad, para minimizar el despilfarro de recursos, logrando un equilibrio entre sostenibilidad y eficiencia operativa.

No hay sostenibilidad sin consistencia y previsibilidad.

El proceso de estandarización es una práctica común en varias industrias, desde la aviación hasta la manipulación de alimentos. A lo largo de los tiempos, hemos visto cómo estas industrias respondían a grandes crisis de seguridad estandarizando procesos para reducir la variación y garantizar la coherencia entre la mano de obra. Esto ha dado lugar a un nivel de uniformidad que les ha permitido realizar sus funciones laborales con menos incidentes y resultados generales más predecibles.
Lo contrario significa imprevisibilidad y desperdicio:
  • Alrededor de un tercio de la medicina es despilfarro, sin efectos mensurables ni justificación para el considerable gasto.5
  • Entre el 20 y el 25% de todos los costes sanitarios son atribuibles a variaciones injustificadas.6
El Institute for Healthcare Improvement define el desperdicio como recursos gastados en servicios, dinero, tiempo y/o personal que no añaden valor para el paciente, la familia o la comunidad.
Puede tomar varias dimensiones:7
  • Fallos en la prestación: incluye el desperdicio derivado de una ejecución deficiente o de la falta de adopción generalizada de los mejores procesos asistenciales eficaces.
  • Fallos en la coordinación: se trata del desperdicio que se produce cuando los pacientes se pierden en recorridos asistenciales fragmentados, lo que da lugar a complicaciones, reingresos hospitalarios, deterioro del estado funcional, etc.
  • Sobretratamiento: el desperdicio que supone someter a los pacientes a una atención que no puede ayudarles, basada en hábitos anticuados o que no se basan en la evidencia.

¿Cómo ayudan las vías clínicas?

Una vía clínica es una intervención clínica compleja multidisciplinar estructurada que consiste en un plan de cuidados que describe una secuencia de acciones o pasos, organizados sistemáticamente en torno a plazos y a una progresión basada en criterios, traducidos de las directrices o la evidencia a estructuras locales con el objetivo de estandarizar los cuidados y optimizar los resultados de los pacientes. Se estructura como un diagrama de proceso normativo o un árbol de decisiones, en el que se detallan las intervenciones - y los actores que las llevan a cabo -, así como los resultados esperados de estas intervenciones.8,9
Dichas herramientas traducen las recomendaciones clínicas en procesos clínicos dentro de la cultura y el entorno únicos de la institución sanitaria con el objetivo de maximizar la seguridad del paciente y la eficacia de la atención, de este modo:
  • Mejorar la coherencia y estandarización de los procesos clínicos;
  • Reducir el desperdicio y los costes relacionados con la variación o la mala atención;
  • Aumentar el cumplimiento de las mejores prácticas y optimizar los resultados;
  • Mejorar la previsibilidad organizativa.

¿Y cómo puede UpHill contribuir a la transición hacia hospitales más ecológicos?

UpHill es un software de vías clínicas que se integra con los sistemas de información hospitalarios existentes para automatizar tareas y colmar lagunas en la atención. Con nuestro software orquestando la atención, los hospitales tienen una visión completa del estado de sus pacientes a lo largo de sus trayectorias como individuos y como población, incluyendo la historia pasada y los próximos pasos esperados.
Además, UpHill ayuda a los equipos sanitarios automatizando tareas como la programación de exámenes y citas, el seguimiento de los signos y síntomas de los pacientes tras el alta, la interpretación inteligente de las respuestas de los pacientes, la presentación de las siguientes acciones a realizar y la propuesta automática de registros al sistema de historias clínicas electrónicas.
Es decir, los hospitales disponen de procesos optimizados y predecibles, así como de visibilidad en tiempo real sobre dichos procesos, mientras que los profesionales sanitarios pueden reforzar su enfoque en tareas de alto valor e impacto.
  • Reducir los costes de las hospitalizaciones: la monitorización remota del paciente permite identificar signos tempranos de empeoramiento de la enfermedad y ajustar los tratamientos a distancia, evitando así los reingresos. Al reducir las hospitalizaciones, también se reduce el consumo de recursos relacionados con las hospitalizaciones (suministros médicos, procedimientos invasivos, etc.).
  • Reducir el número de visitas al hospital: los seguimientos iniciados por el paciente reducen el número de visitas al hospital dejando de lado los plazos rígidos y teniendo en cuenta la naturaleza impredecible de las crisis crónicas. Al reducir el número de visitas al hospital, reducimos también las emisiones y los costes de transporte.
  • Reducir los costes de la medicina defensiva: la toma de decisiones basada en la evidencia reduce la adopción de métodos de medicina defensiva, disminuyendo los costes asociados. Es decir, al aumentar el cumplimiento de las mejores prácticas, apoyamos una intervención rentable, reduciendo pruebas diagnósticas, exámenes, prescripciones, etc. innecesarios.
  • Reducir el desperdicio de papel: las vías clínicas digitales contribuyen a un flujo de trabajo sin papel que minimiza el desperdicio de documentación en papel.
En conclusión, la intersección de la asistencia sanitaria y la sostenibilidad medioambiental, resulta evidente que las vías clínicas son la piedra angular de un futuro sanitario más sostenible. La intrincada relación entre la salud humana y el cambio climático subraya la urgencia de adoptar prácticas que no sólo reduzcan el impacto ambiental, sino que también mejoren la atención al paciente. Las vías clínicas ofrecen un marco estructurado para lograr este equilibrio. Al estandarizar los procesos asistenciales y minimizar las variaciones injustificadas, pueden impulsar la coherencia, la previsibilidad y, en última instancia, reducir el desperdicio en el sector sanitario.
La sostenibilidad no es sólo una palabra de moda; es un requisito para un sistema sanitario resistente. Las vías clínicas, junto con tecnologías innovadoras como UpHill, ofrecen un camino hacia hospitales más ecológicos, donde se minimiza el consumo de recursos, se racionalizan los procesos y se optimizan los resultados para los pacientes. En este momento crucial, adoptar las vías clínicas no es sólo una opción, sino una necesidad para construir un sistema sanitario que priorice tanto el bienestar de los pacientes como el del planeta.

Referencias

  1. World Health Organization. (2023, October 12). Climate change. World Health Organization. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/climate-change-and-health
  2. The Lancet Countdown. (2022, November 05) The 2022 report of the Lancet Countdown on health and climate change: health at the mercy of fossil fuels. 2022. https://www.thelancet.com/article/S0140-6736(22)01540-9/fulltext
  3. Jain, N., & LaBeaud, D. (2022, October). How should US health care lead global change in plastic waste disposal?. AMA Journal of Ethics . https://journalofethics.ama-assn.org/article/how-should-us-health-care-lead-global-change-plastic-waste-disposal/2022-10
  4. Vinoth, P., & Obeidat, A. (2022, December 1). Toward a Net-Zero Health Care System: Actions to Reduce Greenhouse Gas Emissions. NEJM Catalyst. https://catalyst.nejm.org/doi/full/10.1056/CAT.22.0307
  5. Braithwaite Jeffrey. Changing how we think about healthcare improvement BMJ 2018; 361 :k2014
  6. Shrank WH, Rogstad TL, Parekh N. Waste in the US Health Care System: Estimated Costs and Potential for Savings. JAMA. 2019;322(15):1501–1509. doi:10.1001/jama.2019.13978
  7. Macfie H, Leo J. IHI Leadership Alliance. Call to Action: Reduce Waste in the US Health Care System and Return the Cost Savings to Patients and the Economy. Boston: Institute for Healthcare Improvement; 2019.
  8. Lawal, A.K., Rotter, T., Kinsman, L. et al. What is a clinical pathway? Refinement of an operational definition to identify clinical pathway studies for a Cochrane systematic review. BMC Med 14, 35 (2016). https://doi.org/10.1186/s12916-016-0580-z
  9. E-P-A Definition of care pathway. European Pathway Association. Available at https://e-p-a.org/care-pathways/
Matilde Ferreira

Matilde Ferreira

Content Strategy & Communication Manager

Graduated in Communication Sciences, early on fell in love with storytelling. Started off as a journalist and then pivoted to the public relations world, she was always driven to craft relevant stories and bring them to the stage.

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